lunes, 24 de septiembre de 2018

Dean Village

Edimburgo es una caja de sorpresas. No es solo los barrios de la Old y la New Town, también tiene otras zonas con encanto y que merece la pena visitar. Una de ellas es el pintoresco barrio de Dean Village, también conocido como Water of Leigh Village.

El río Leith a su paso por Dean Village (Fuente: Evergreen)
A orillas del río Leith surge esta pequeña aldea, donde parece haberse parado el tiempo hace un par de siglos, a tan sólo escasos 10-15 minutos del centro de Edimburgo. Nació como una pequeña población fundada por los monjes de la abadía de Holyrood en el siglo XII a las afueras de Edimburgo. Con el paso del tiempo, fueron surgiendo molinos de grano a la orilla del río y se convirtió en el sitio en donde se concentraban la mayor parte de las fábricas de harina de la comarca, coexistiendo hasta once molinos activos simultáneamente. A raíz de esto, fueron surgiendo muchas panaderías, llegando a convertirse en el principal proveedor de pan de la capital escocesa. 

Uno de los puentes que recorre Dean Village y por los que merece la pena perderse
Con el paso del tiempo, y tras casi ocho siglos de prosperidad, la actividad panadera fue decayendo en detrimento de nuevos molinos y panaderías que fueron abriendo en otras zonas de la ciudad y Dean Village entró en decadencia desde principios de siglo XX. Sin embargo, a finales del siglo XX, visto su potencial turístico, comenzó una etapa de renovación en la que sus viviendas fueron renovadas para convertirse en una de las zonas residenciales y turísticas más deseadas. 

Well Court, con los típicos tendales. Fuente: Flickr
Merece la pena perderse por sus calles y disfrutar tranquilamente de las casas de piedra del siglo XVII que salpican la ribera del río Leith, el edificio conocido como Well Court (construido en 1880 para alquilárselo a las familias de trabajadores), las antiguas escuelas o el cementerio de Dean.

Cementerio de Dean. Fuente: flikr

domingo, 9 de septiembre de 2018

Clan Murray

El clan Murray es uno de los clanes más importantes de las highlands escocesas. Actualmente se conocen cuatro ramas suyas: Murray de Atholl (Jefe del clan), Murray de Dunmore, Murray de Mansfield y Murray de Stormont. Hubo una rama emparentada con el clan Murray en el norte de las highlands y que daría pie al clan SutherlandSu escudo es un hombre semisalvaje, que viste sin camisa y porta una corona de flores, con una daga en una mano y una llave grande en la otra. Este escudo ha llegado hasta nuestros días como homenaje a Lord George Murray, primer Duque de Atholl y destacado jacobita, ya que estaba enamorado de él. Como todos los clanes escoceses posee su propio lema, que es "fomenta la fortuna y llena los grilletes", lo que viene siendo algo así como "ve a por tus enemigos, ten buena suerte y vuelve con los prisioneros". También es válido otro más antiguo en el que aparece una sirena con un espejo en una mano y un peine en la otra, con el lema en francés "Tout Prêt" (Estoy listo). Su planta representativa es el enebro. Los Murray, antes de entrar en combate, solían colocarse un ramillete en la escarapela para poder diferenciarse entre sí en el frente de la batalla. 

Hoy en día es uno de los apellidos más extendidos en Escocia, y tiene reconocidos varias variantes del mismo: Moray, Murrie, Murry, MacMurray, Morrow y los irlandeses O'Murray, Murrihy y O'Muireadhaigh. También existen apellidos vinculados al clan ya sea por lealtad o descendencia a través de la línea femenina, como por ejemplo: Balneaves, Dinsmore, Dunsmore, Fleming, Geraghty, Ginnsmore, Neaves, Piper, Pyper, Smail, Smale, Small, Smeal, Spaulding, Thomas y Tomas.

Los orígenes del clan los encontramos en un noble flamenco llamado Freskin, quien arribó en Escocia en una hábil maniobra del rey David I de Escocia para debilitar a la nobleza gaélica nativa, que se resistía a formar parte de su reino. Freskin obtuvo concesiones de tierras en la zona de West Lothian y en el antiguo reino picto de Moray. Para consolidar más aún su poder en estas comarcas, Freskin y sus hijos se casaron con las herederas del antiguo reino de Moray. Así, los descendientes de estos matrimonios pasaron al llamarse Moravia, que significaba "De Moray" en idioma normando, que acabó siendo Murray en el idioma escocés de las Tierras bajas. El nieto mayor de Freskin, Hugh de Moravia o Murray, será el que dé paso al clan Sutherland y el pequeño, William de Moravia , hará lo propio con el clan Murray. 

Castillo de Blair, sede del Clan Murray

Inicialmente tuvieron su sede en lo que hoy son las ruinas del Castillo de Bothwell, pero desde 1360 ésta se encuentra en el Castillo de Blair. Durante la Guerra de la Independencia contra el ejercito invasor inglés, Andrew Moray tomó parte activa en las batallas junto a William Wallace y Robert the Bruce. Tanto que en la batalla de Stirling (1297), una de las derrotas más humillantes de la potente caballería inglesa, Andrew Moray perdió la vida. 

Durante los siglos XV y XVI se vieron envueltos en numerosos conflictos con otros clanes. Primero con varias ramas de su propio clan a la hora de disputarse la jefatura del clan, lugar que acabarían ocupando la rama de los Murray de Tullibardine. Y posteriormente con otros clanes como los Drummond, enemigos acérrimos de los Murray, o los Gordon, a consecuencia de la negativa de éstos a convertirse al protestantismo (batalla de Glenlivet).

Durante el siglo XVII se le concede al jefe del clan Murray el título de Duque de Atholl. Titulo que sumará al de Lord Murray de Tullibardine, Conde de Strathardle y Strathtay, Vizconde de Balquihider, Glenlyn y Glenalmond...


The Black Watch en el frente de la batalla de Fontenoy

Tomaron partida en el bando británico en las batallas de Malplaquet (Guerra de sucesión española) y Fontenoy (Guerra de sucesión austriaca). Sin embargo, durante los levantamientos jacobitas de 1715 y 1719 tomaron parte en el bando jacobita frente al ejercito británico de los Hannover. 

En el último levantamiento de 1745, se dio la circunstancia de que Lord George Murray apoyó el movimiento jacobita con sus hombres, mientras que su hermano menor apoyó el ejercito británico con los regimientos 42º y 46º de los Murray. En la batalla de Prestopans se dio la circunstancia de que entraron en combate entre sí. Tras la derrota de Culloden, los Murray que apoyaron el levantamiento fueron apresados o lograron escapar al exilio. 



Los Atholl Highlanders en la actualidad
Hoy en día, los Atholl Highlanders siguen siendo el único ejercito privado leal de Europa

En líneas generales podemos diferenciar dentro del clan dos tipos de tartán:


Tartán de los Murray of Atholl

Tartán de los Murray of Tullibardine
Incluso tienen su propia marcha militar



viernes, 7 de septiembre de 2018

Clan Campbell

El clan Campbell, también conocido en gaélico como Na Caimbeulaich, históricamente es uno de los más numerosos y poderosos de toda Escocia. Aunque también uno de los más odiados, especialmente en la costa oeste de las Highlands, por sus constantes engaños y traiciones a la causa nacional escocesa. No en vano, en Escocia existe el dicho de "Never trust in a Campbell" (nunca te fíes de un Campbell).

Escudo de armas del Duque de Argyll, Jefe del Clan Campbell
Los orígenes del clan no parecen muy claros. Una teoría afirma que son los descendientes de los britanos de la zona de Strachclyde y otra, la más fiable, habla de que descienden de Gilleasbaig de Menstrie. Sus primeras concesiones territoriales y relaciones con otros clanes tienen lugar en el centro y la costa este de Escocia. Sin embargo, años más tarde, a consecuencia de un matrimonio con la heredera de la familia O´Duines, llegan a la costa oeste, instalándose en la zona de Loch Awe, en el condado de Argyll.

"No Olvidamos", lema del clan Campbell
Si algo ha caracterizado a los Campbell a lo largo de la historia ha sido el hecho de siempre posicionarse en el bando de los ganadores a la hora de escoger bando en los grandes conflictos armados. Así ha sido como han ido acumulando poder, títulos y tierras, hasta convertirse en el clan más poderoso de Escocia. Jamás les ha importado cómo conseguirlo, recurriendo a matrimonios de interés, las más sucias tretas o a la traición cuando fue necesario. 

Durante las guerras de la independencia del siglo XIV, lucharon en el bando escocés, apoyando al aspirante al trono Robert the Bruce frente a las tropas inglesas de Eduardo II. Tras la victoria final en Bannockburn en 1315 Robert the Bruce, en agradecimiento a los servicios prestados, le concedió a Neil Campbell la mano de su hermana, con lo que los Campbell adquirieron un destacado estatus entre la nobleza escocesa. El trato de favor, además de con títulos nobiliarios, se completó con la cesión de tierras en el condado de Argyll, hasta ese momento propiedad de los McDougall, enemigos históricos de los Bruce y desde este momento de los Campbell.

Su creciente poder, y sus malas tretas, le granjearán en la costa occidental una gran enemistad con varios clanes vecinos: los McDonald (la matanza de Glencoe), los McArthur, los Murray, los McLean, los Sinclair... Su poder crece y, conocedores de su situación privilegiada, intentarán mantenerla e incluso mejorarla a toda costa, a sabiendas que la mayoría de los clanes de las Highlands estaban en las filas enemigas. Así toman partido en el bando inglés durante los levantamientos jacobitas de 1715 y 1745, liderando hasta ocho compañías de highlanders y milicias progubernamentales en la decisiva batalla de Culloden Moor. 

Ramas del clan Campbell con sus escudos
El papel destacado que tuvieron los Campbells en estos levantamientos, no hace otra cosa más que aumentar su poder y sus tierras, a la par que también crece el odio que generaron entre los clanes que tomaron parte en el bando jacobita (hoy en día podemos encontrar casas en las highlands en donde a la entrada aún se puede leer, "prohibida la entrada a los charlatanes y a los Campbells")

Aunque su sede histórica fue el Castillo Campbell, desde hace algo más de dos siglos ésta es el Castillo de Inveraray. Hoy en día puede ser visitada y alberga en su interior una colección de armamento de la época con más de 1.300 piezas. Además es la residencia del jefe del clan, también conocido como Duque de Argyll, Marqués de Kintyre y Lorne, Conde de Argyll, Vizconde de Loch Awe y Glenyla, Baron Sundridge de Coombank, Baron Hamilton of Hameldon, Barón de Nueva Escocia, Guardián del Gran Sello de Escocia, Guardián de los castillos reales en Escocia, Almirante de las costas e islas occidentales, y Miembro de la Guardia Real de la Reina para Escocia.


Su tartán, es conocido con el sobrenombre de Black Watch. Hoy en día es llevado por muchas unidades del ejercito británico en honor al primer regimiento highlander, integrado mayoritariamente por los Campbell, que peleó junto a las filas inglesas en los levantamientos jacobitas durante el siglo XVIII.


The Royal Military Tattoo

Edimburgo es una de las ciudades que más festivales alberga del mundo, si no la que mas. Se contabilizan en la actualidad hasta 12 festivales de gran renombre. De todos ellos, más famoso es el Festival Internacional de Edimburgo, que se celebra durante el mes de Agosto. Se dice que tan sólo el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos venden más entradas que él.


De todos los eventos que congrega este festival (Festivales de Jazz, Literatura, Artesanía...), sin lugar a dudas el Royal Military Tattoo es el más importante. Es un desfile militar de las fuerzas armadas de la Commonwealth, a los que acompañan ejércitos de otros países que acuden como invitados (España fue en el 2008). Pero no debemos confundirlo con un desfile militar al uso, es un espectáculo de músicas, luces y habilidades, con el que se pretende fomentar los lazos que unen a países de la Commonwealth tan dispares como Escocia, Canadá o Lesotho. 

Se celebra en la explanada del castillo de Edimburgo todos los días del mes de Agosto por la tarde-noche, y es fácil de divisar desde cualquier punto de la ciudad ya que suele terminar con un espectáculo de proyecciones sobre los muros del castillo y con fuegos artificiales. Incluso hubo años en los que un caza del ejercito sobrevolaba la zona. 


Alrededor de la explanada se colocan unas gradas que tardan tres meses en ser colocadas y uno en ser desmontadas. Su capacidad es elevada ya que no es un espectáculo para turistas, y mucha gente del propio Edimburgo acude a ver el espectáculo. Si realmente estás interesado en acudir debes de tener en cuenta que las entradas se ponen a la venta en el mes de Diciembre, y se venden en poco tiempo.